¿Puedo hablar con seguridad con mi cliente preso?

Hoy se ha publicado la noticia de que se ha impedido a la mujer de Bárcenas comunicar en prisión con su marido llevando lápiz y papel. La noticia, llamativa, sólo parece tener una explicación racional posible: Impedir que la mujer pueda tomar anotaciones o dirigirse a su marido de forma escrita usando el papel a modo de pizarra.

¿Y por qué habría de dirigirse la esposa de Bárcenas a su marido de forma tan singular? se preguntarán ustedes; bueno, si quieren que les cuente una posible explicación permítanme que me remonte unos diecisiete meses atrás, cuando Baltasar Garzón fue condenado por interceptar de forma ilegal las comunicaciones entre los abogados y su cliente. Fue con motivo de dicha sentencia que conocí los sistemas de grabación que se usan en las prisiones españolas llamados Marathon y Marathon Evolution. La forma en que funcionan dichos sistemas de grabación es totalmente opaca para mí y presumo que en idéntica situación se encuentran la práctica totalidad de los abogados de España. He tratado de obtener información sobre sus características técnicas pero, a fecha de hoy, no he logrado informarme sobre aspectos de dicho sistema de grabación que podrían resultar extremadamente preocupantes por lo que, si me lo permiten, les contaré algunas experiencias personales.

Como imaginarán, tras más de 25 años de ejercicio profesional, conozco a muchos miembros de la Policía y de la Guardia Civil; no es infrecuente que coincidamos en conversaciones informales y no es tampoco infrecuente que en dichas conversaciones tratemos temas como este que ahora me ocupa. Recuerdo que, hace ya años, pregunté a un miembro de estos cuerpos si ellos podían enterarse de las conversaciones que manteníamos abogados y clientes en los locutorios de las prisiones a lo que, con toda naturalidad, me respondió «si queremos sí».

Su respuesta me dejó perplejo y no supe si atribuirla a una afectada pose de suficiencia de mi interlocutor o si, por el contrario, esta afirmación respondía a la verdad de los hechos.

Verán, no soy un ingenuo, sé que la policía trata de obtener información por todos los medios posibles (algún día les hablaré de las manifestaciones «espontáneas» de los detenidos) pero se me antojaba entonces que la intervención de las comunicaciones abogado-cliente en un locutorio era algo que pertenecía a uno de los más sagrados ámbitos del derecho de defensa. De todas formas decidí andar ojo avizor y observar con cuidado a mi alrededor cuando fuese a comunicar a prisión con alguno de mis defendidos. Tras conocer el contenido de la sentencia de Garzón mi curiosidad se renovó.

Poco después de conocer esta sentencia fui a comunicar con un cliente a la prisión de Sangonera, una prisión antigua donde, hasta hace pocos años, las comunicaciones abogado-cliente se llevaban a cabo en un locutorio rotulado con la palabra «abogados» y donde el sistema de comunicación consistía poco más que en un agujero practicado en la madera de la repisa que había bajo el cristal blindado con reja que separaba la zona de los abogados de la zona de los internos. Dada la mugre acumulada con los años en el orificio, comunicar con el cliente exigía de una buena capacidad pulmonar y, habida cuenta de los gritos que había que dar para ser oído al otro lado, los secretos, si existían, eran secretos a voces.

Como digo, hace unos años, el locutorio de berrido y orificio fue substituido por ocho o nueve modernos locutorios donde, a efectos de comunicación, del lado del preso hay un teléfono y del lado del letrado una especie de micrófono-altavoz con forma de caja, a través del cual el abogado habla y escucha. Tal sistema, ciertamente, no parece diseñado tanto para facilitar las comunicaciones como para permitir su grabación llegado el caso pero, a la vista del sistema, me surgieron algunas dudas:

Primera. Si existen ocho o nueve locutorios ¿cómo sabe el funcionario cual locutorio usaré y por tanto en cual ha de grabar? Sólo cabían dos posibilidades: O todos los locutorios grababan simultáneamente (lo que sería inaceptable) o el funcionario, tras observar en qué locutorio nos introducíamos, activaba el sistema de grabación correspondiente a ese locutorio.

Segunda. Si necesariamente debe haber un funcionario vigilando y activando el sistema de grabación del locutorio correspondiente ¿puede ese funcionario oír (aunque no grabe) mis conversaciones? La cuestión es de la máxima importancia pues, muy a menudo, la policía no necesita la prueba de la grabación sino solo la información contenida en ella, de forma que un funcionario cooperador puede informarles de cuanto necesiten.

Mis reflexiones y observaciones me condujeron a una realidad mucho más chusca. Observé que, en esa prisión de Sangonera, los altavoces del lado de los abogados, al encenderse las luces de los locutorios, comenzaban a emitir un apenas perceptible zumbido. Tras acercar la oreja pude comprobar que, de forma débil, se escuchaba un programa de radio en el altavoz. Fui cambiando de locutorio y comprobé que ese mismo programa se escuchaba en los demás. Si tal prodigio se debía a un fenómeno electromagnético o a que al funcionario le gustaba oír la radio lo desconozco. Sólo sé que el pasante que me acompañaba pasó un rato entretenidísimo. Debo decir que, en las muchas veces que he acudido después a esa prisión, nunca he vuelto a observar el fenómeno lo que indica que, o bien ha cambiado el campo magnético terrestre o bien el funcionario ha perdido su afición por los programas radiofónicos.

En todo caso mis temores siguen intactos: No conozco (ni conozco quien conozca) los detalles técnicos del sistema Marathon de grabación, desconozco si el sistema puede grabar sin posibilidad de que el funcionario escuche o si, por el contrario, el sistema permite al funcionario escuchar sin que el programa grabe. Lo que sí sé es que un funcionario vigila el locutorio donde converso con mi cliente y que dispone de un sistema que le permite grabar mis conversaciones con él.

Y sé que una vez, un policía al que pregunté si podrían enterarse de mis conversaciones con un cliente preso, me respondió: «Si queremos, sí».

Vale.

PD. Si alguien conoce los detalles técnicos del funcionamiento de este sistema le agradeceré que me lo revele; si no los conoce nadie tendré que poner en marcha alguna acción legal para conocerlos pues un sistema incontrolado de escuchas ya sabemos exactamente a lo que conduce.

Ahora sí. Vale.

 

 

10 comentarios en “¿Puedo hablar con seguridad con mi cliente preso?

  1. Muy interesante el post. Muchas gracias. No conocía el sistema, y creo que debería ser mucho más difundido pues creo que la mayoría de abogados también lo ignoran.

    He buscado el sistema, y parece ser el Marathon Evolution. Aunque hay más modelos. Aquí aparecen sus folletos y caracteres técnicos, aunque imagino que ya los habrá visto.

    Haz clic para acceder a MARATHON_EVOLUTION_en.pdf

    http://www.asctelecom.com/brochures/en/MARATHON_EVOLUTION_line_english

    Parece que permite transferir las grabaciones a una plataforma de interacción central para su acceso y archivo. Y se pueden guardar los datos en uno o más discos o enviarse en red, incluso archivarse como .wav y enviarse por email, según el tríptico. Y se puede activar manualmente, imagino por el funcionario, o estar programado y grabar hasta 400.000 con el modo «delete by» que luego se borrarán en un tiempo automáticamente descartando las que no interesen.

    En la foto, parece como un ordenador donde parece puede activarse la grabación, conservarse, borrarse, pero no veo que ponga nada que pueda escucharse «en directo» por el funcionario la verdad.

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  2. Estimado colega, ese fenómeno radiofónico lo sufrí varias veces en Sangonera, como tú, y no me cabía la menor duda que estaban grabando o escuchando.
    Ahora, en la nueva, en Campos del Río, ya no es que me quepa la menor duda, es que debe ir como equipamiento de serie, seguro.

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  3. En los locutorios de prisión, siempre he tenido la sensación de que las paredes oyen, lo cual dificulta el contacto con el defendido. No sabía lo del sistema Marathon, lo cual confirma mis sospechas. Ahora es correr el telón, y saber. Buen artículo.

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  4. Desconozco igualmente ese programa, pero al igual que tú, me he preguntado muchas veces si esos sistemas electrónicos de comunicación no permiten que queden las conversaciones registradas de igual manera que las cámaras de vigilancia mantienen las grabaciones durante un período y se borran después si no hay que hacer uso de ellas.

    En cualquier caso, puesto que me temo que va a ser difícil que alguien te pueda brindar la información que solicitas, creo que es ausnto para que pudiera cursarse una pregunta en el Parlamento a este respecto.

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  5. Triste pero cierto, supuestamente las grabaciones en los locutorios existen.
    Un consejo, si tienes algún conocido funcionario pídele que te enseñe su cuarto de comunicaciones. Veras una especie de «mesa de mezclas» donde se enumeran las cabinas tanto locutorios familiares como los de abogados con los correspondientes botones para, supuestsmente, grabar.
    Es peculiar conocer como internos FIES pertenecientes a determinadas organizaciones tienen preasignadas cabinas en las que comunicar, no dejándoles cambiar de cabina, presuntsmente para grabar su conversación.
    Si es totalmente cierto que los internos FIES tienen intervenidas sus comunicaciones grabandose todas sus llamadas de telefono e interviniendoles el correo pars su control.
    Aunque en prisión no solo se procede asi, también, presuntsmente, con micrófonos en celdas e interviniendo llamadas realizadas desde los «no existentes» móviles dentro de la prisión.

    Espero haber aportado algo de luz a tus dudas. Un saludo

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  6. ¡¡Demoledor !! No es que jamas haya pensado en ello, pero recordarlo ahora al leerte, vuelve a ponerme el vello como escarpias…
    Tenia noticia de lo de «lapiz y pael» de la mujer de Barcenas.., cuando la lei, pense que lo haria por recomendación del abogado de su marido, al que considero bien informado de las practicas penitenciarias asi como de los hechos y fundamentos juridicos de la sentencia de Garzón.., fue la ultima vez que recorde el tema.
    Vivimos situaciones que desbordan mi capacidad de asombro… Jueces, Fiscales, Magistrados, Ministro de Justicia, Presidente de Gobierno, Alcaldesa de la capitalidad, ex presidenta de la CAM, Secretarios Generales de partidos politicos, todos ellos licenciados en derecho y algunos hasta Doctores como Floriano o Glez Pons, tambien periodistas habituales de las tertulias, esos que saben de derecho, medicina, quimica, urbanismo …
    Decia, todos ellos ven bien que se apliquen efectos retroactivos a la ley penal cuando no beneficia al reo… es mas dicen que los derechos humanos basicos les asisten a las victimas, no a los delincuentes. Me resulta esperpentica tal consideración, pues de prosperar esas teorias, lo de grabar las conversaciones abogado encausado o convicto, podria llegar a ser como un juego de niños..
    En mi humilde opinión, la Constitución se la estan pasando por el arco de triunfo, asi como el SAGRADO PRINCIPIO DE LA DIVISIÓN DE PODERES.
    Un Ordenamiento Juridico en el que el Fiscal General del Estado es nombrado por los gobiernos, siendo el Mº Fiscal un cuerpo jerarquizado, un pais en el que los miembros del CGPJ -organo encargado de velar por la independencia de Jueces y Magistrados- son designados por los politicos, donde los indultos se conceden no ya discrecionalmente, si no arbitrariamente a propuesta del Mº de justicia, en base a una Ley de casi 150 años, que ha tenido una reforma en los años 80´pero que aun conserva 2 alusiones a la pena de muerte que, por decoro juridico, deberia haberse suprimido… no se puede decir que se respete la división de poderes.
    Por ello, concluyo que no se respeta la Constitucion, los principios basicos de un Estado de Derecho, de ahi que les valga todo, espiar, grabar, conculcar derechos basicos, usar y abusar del «velo juridico» para amparar lo que les viene en gana.

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