Mi Constitución

En el momento de aprobarse la constitución de los Estados Unidos (1787) apenas un 60% de la población de ese país sabía leer y, sin embargo, apenas dos años después (1789), se aprobaba la primera enmienda a dicha constitución que, entre otras cosas, proclamaba:

«El Congreso no hará ley alguna (…) que coarte la libertad de expresión o de la prensa…»

Con un 60% de población analfabeta cuesta trabajo pensar que el derecho a la libertad de prensa fuese una aspiración fuertemente demandada por los estadounidenses; mucho más aún cuesta pensar que esa demanda se elevase a la categoría de derecho fundamental constitucionalmente protegido. Y, sin embargo, la consagración de ese derecho colocó a los USA a la cabeza del mundo, permitió la democracia tal y como hoy la conocemos y sirvió de ejemplo al resto de los países que en siglos sucesivos la fueron estableciendo también; y esto lo hicieron con un 60% de población analfabeta y cuando, del 40% restante, apenas una ínfima proporción leía la prensa. Los USA se adelantaron a su tiempo, fueron creativos y entendieron que esa nueva tecnología tenía enormes implicaciones políticas. La historia premió su audaz creatividad; en España la libertad de prensa no llegó de verdad sino en 1978; es decir 189 años después que en los USA, y este retraso en este y otros campos aún lo estamos pagando y lo pagaremos en el futuro.

Hoy que en España tenemos un sistema político en descomposición, ahora que se reclaman modificaciones de la Constitución y los estatutos de autonomía uno echa de menos esta creatividad y audacia de que hicieron gala los constituyentes norteamericanos hace 215 años. Nos empeñamos en mantener debates de hace 150 años: Discutimos cansinamente el «ser de España», la «independencia» de viejos reinos de hace 500 años, el papel de los jefes de estado… Pero no hacemos el más mínimo esfuerzo para ser audaces y creativos y somos incapaces de detectar que hoy la tecnología tiene implicaciones mucho más importantes y acuciantes que en 1789.

Si en 1789 apenas una ínfima parte de la población leía la prensa y consideraron fundamental el derecho a la libertad de la misma ¿qué diremos en 2013 de la enorme trascendencia que tienen las tecnologías de la información?

Hoy esas tecnologías permiten opinar a casi cualquier ciudadano sobre las cuestiones que le incumben; hoy esas tecnologías permiten a casi cualquier ciudadano participar en la elaboración de las normas que le afectan; hoy esas tecnologías permiten que los representantes políticos contacten de forma inmediata y habitual con sus representados, y permiten la transparencia, y permiten que los datos públicos sean verdaderamente públicos, y permiten, en suma, aprovechar intensivamente la mayor riqueza que tiene un país, es decir, su capital humano, los hombres y mujeres que lo integran.

Hoy tenemos cosas que los constituyentes de 1789 ni se atreverían a soñar pero nos faltan justo esas calidades humanas que ellos sí tenían: Creatividad y audacia.

¿No puede España por una vez en la historia ir por delante del resto? ¿Es que siempre habremos de llegar 189 años tarde?

Hace falta una nueva constitución pero no para seguir debatiendo los viejos tostones de siempre sino para hacer de este país un lugar de hombres libres, iguales y felices, un lugar en donde todos quieran vivir y de donde nadie quiera irse.

Vale.

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2 comentarios en “Mi Constitución

  1. yo de esta gente no qluiero ni las hamburguesas, que ya teníamos nosotros miles de años de cultura y de estar en el mundo, cuando estos se autoproclamaron nación, y no dejan de ser los hijos bastardos de otros bastardos que son los ingleses….. América para los Americanos, nuestra Constitución quizás a día de hoy tenga que ser revisada en algún punto,, por que cuando se firmó España se encontraba en un momento histórico muy delicado y contentar a todo el mundo era bastante complicado, pero se voto de manera democrática y los españoles de a pie de aquella época lo hicieron bastante bien, para ser hijos de una dictura….. así que si tengo que cambiar algo, espero que sea genuino español, y no esa porquería americana que en papeles es super democrática pero que casualmente apoya a todas las dictaduras del mundo!!!

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  2. Estimado pepe:
    Alabo tu prosa y es cierto, lo que me dices, pero también es cierto que hay que tener en cuenta las presiones de los lobbys en este país donde manejan los hilos en la sombra y a las pruebas me remito con lo que está pasando en la actualidad.
    La mitad de un país parado y la otra mitad no sabe que va a ocurrir, presumiblemente todo por el tema de la aprobación del sistema sanitario, el cual incumbe a muchísimas compañías médicas.
    Como diría mi abuelo, en ningún sitio atan los perros con longaniza.
    Por lo demás aquí somos patéticos, con lo de políticamente correcto y no llamar las cosas por su nombre.
    Y se le llama idiocracia.
    Un saludo

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